La ropa justa es algo que me preocupa, sí, porque es una cadena de la
que si nos olvidamos, implica a muchas más personas que a nosotros mismos.
Tengo que decir que no soy una entendida, pero desde el año pasado
estoy inscrita en la Campaña Ropa Limpia, que conocí a través de de Setem, y me voy informando de cosas que pasan en este sector, y de los avances en temas de derechos de los trabajadores en el mundo textil y de las empresas que se unen para cambiar sus dinámicas.
El año pasado colaboré en una acción con ellos. Decoraron una fuente en Pamplona con ropa usada, y repartieron estos marcapáginas para concienciar a los ciudadanos con este mensaje "Si spiderman descubriese que en la fabricación de su supervestido arácnido ha intervenido mano de obra infantil y se han vulnerado los derechos humanos... ¡No le quedaría más remedio que luchar contra el crimen en CALZONCILLOS!"
Me pareció... ¡Buenísimo!
Me pareció... ¡Buenísimo!
La tragedia de Bangladesh y otras muchas que han ocurrido en China salen en los telediarios pero no terminan de hacer que la gente se conciencie, que es lo importante. Aún y todo cuando aparecen cosas como esta:
Greenpeace recogió aquí varias marcas e hizo un análisis de varias de las tiendas en las que compráis. Se ve fácil y rápido.
Yo ya no piso Zara, ni Mango, las marcas caras por supuesto ni pensarlo, y pese a que ya no compro (con el trueque y las tiendas de segunda mano me arreglo) estoy ahora investigando si las tiendas en las que suelo comprar alguna cosa siguen estos criterios o no.
La otra alternativa es la ropa ecológica. Se sigue pensando que comprar ecológico es más caro, pero hablando con el propietario de la tienda Biocotoniers, en Madrid, te cuenta como tiene muchas prendas al mismo precio que Zara, pero la gente no se da cuenta, van allí porque es la moda.
Esta tienda vende prendas que se fabrican en España, a las afueras de Madrid, utilizando sobre todo Cañamo y Algodon Organico Certificado, y cumple con normas GOTS (Global Organic Textile Standard) y con la normativa laboral.
Otras veces he comprado algunas prendas, pañuelos, vestidos... en tiendas de comercio justo como Setem, Intermon Oxfam. Es una buena opción porque sabes de donde vienen los productos, para la gente que no quiera perder el tiempo intentando averiguarlo.
Y para terminar, os dejo con un video que dice cosas claras. Hace unos años conocimos, Almudena y yo, la plataforma Slow fashion, y hace pocos hemos visto que hicieron una Jornada de Moda sostenible. Lo dice muy bien ahí Gema Gómez de Pablo: "No es necesario destruir el planeta o esclavizar a persona para conseguir tener un buen estilo o una buena imagen"
Ana*
http://www.youtube.com/watch?v=L9PT-GFTY1w#t=18 |
Ana*
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